Las personas tenemos una cualidad extraña: somos capaces de reconocer que todos los demás están en su camino pero no somos capaces de ver el nuestro.
La sociedad nos ha educado pensando en que todos tenemos que seguir los mismos pasos, todos tenemos que ser como nuestras madres, o como nuestros maestros... y se han olvidado de enseñarnos a ser nosotras mismas. El camino hacia la totalidad comienza delante de tus propios pies, no busques en el camino de otros tu lugar en el mundo, pues lo único que harás será defraudarte ya que no eres como ellos.
En tu alma está escrito tu camino, el único, el que está esperando a que lo descubras y lo recorras... pues nadie más que tú puede hacerlo.
1 comentario:
La mirada puesta en el camino ajeno y en el propio, pero siguiendo siempre este último. En la búsqueda de la identidad y el aprendizaje.
Gracias por estas palabras, que llegan tan a tiempo.
Saludos, Lady Tsaphiel
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