Perseverante como las olas del mar puliendo las rocas, como la araña que teje su tela incansablemente, como la hormiga que trata de recoger todo lo necesario para el invierno y no descansa hasta conseguirlo...
Hoy me di cuenta de que mi corazón se estaba convirtiendo en una playa arisca y escarpada donde nadie se atrevería a entrar por miedo a quedar sepultado bajo alguna roca, perderse entre las arenas o ahogarse en la siguiente tempestad...
Hoy me di cuenta, de que el mar estaba trayendo a mi playa los restos de las travesías que yo misma me había empeñado en emprender... Y las arenas que anunciaban el descanso, el inseguro, pero único, descanso de estar en tierra firme... ahora estaban plagadas de escombro y de cristales, y ya ni las gaviotas se atrevían a bajar a la costa por miedo a arañar sus patas...
Cristales que arañaban mi alma, segaban mis ilusiones y hacían jirones mi corazón...
Tal vez ahora sea el momento de no pensar en que llegara después, y en dejar la tierra firme durante un tiempo. Abandonar el corazón y dejar que el mar vaya puliendo las aristas del vidrio... vaya limpiando las heridas... y vaya convirtiendo las rocas insalvables en arena fina sobre la que poder caminar... con perseverancia.
Con perseverancia todo llega... la mayoría de las cosas no se destruyen con fuerza, sino con paciencia.
Poco a poco... ya no recordaremos... que aquello que hará brillar las arenas de nuestra playa... antes era la causa de que nuestras manos estuvieran ensangrentadas.
-=Tsaphiel=-
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